Guillermo Salinas Pliego inició su carrera empresarial en 1980 cuando fundó Dataflux en el sótano de la casa de sus abuelos, donde vivió durante sus años universitarios.

La empresa comenzó especializándose en software empresarial y procesamiento de datos, y posteriormente se transformó en una distribuidora y ensambladora de equipos de cómputo. Bajo diversas marcas como Elektra, Newmax y PK introdujo las primeras microcomputadoras en México.

Más adelante, logró acuerdos de distribución con empresas como Apple, Compaq, HP, Unisys e IBM, entre otras. En poco tiempo, se consolidó como un destacado líder en la industria informática del país.

Gracias al éxito en la venta de equipos de cómputo, en 1996 estableció el Instituto Mexicano de Computación (IMCO), que posteriormente evolucionó hasta convertirse en la Universidad CNCI (Colegio Nacional de Cómputo e Inglés).

En 2003, Salinas consolidó sus empresas bajo una compañía llamada Avalanz, que agrupa a sus principales negocios. Ese mismo año, fundó también la Fundación CNCI.

Actualmente, Guillermo Salinas Pliego es presidente de Avalanz y Todito, además de ser miembro del consejo administrativo de Madisa.